Esta mañana he estado viendo Los Algos (o Los Cuatris).
No es por insultar pero tienen cara de burro. Me esperaba poco de ellos, es un programa contenedor, lo cual suena muy mal. Pero me han decepcionado: ni se han casado dos gays, ni han practicado un rito masón, ni han cantado La Internacional, ni han entregado Navarra, o sea, un rollo total.
No sé cuántos personajes hay pero veamos: la de las trenzas voz y peinado copiado de Lupita, el gafotas de cara verde, el guaperas, el científico que lee a Algodamus (Nostradamus) pero no cree en los horóscopos que ya ves tú, la astrónomolaga, el malo que de tiene doble personalidad y de vez en cuando le entra el Baile de San Vito y se vuelve bueno (JekyllyHyde a la inversa) y su perro que habla.
Ya tienen en la cadena dos anuncios de esos de lanzarse al punto rojo. En uno de ellos, incluso, el malo se rasca los eggs. Sí, como os lo cuento.
Ya me imagino al Forofo de la Familia con lemas tales como "¡¿Es que nadie piensa en los niños?!", "¡Zapatero ve a tocarle los c*****s a tu abuelo!" o "Ni de noche ni de día. ¡Fuera la pornografía!" Y El Mundo con un editorial a varias páginas firmado por su director Pedro Chirigota Ramírez con una foto del impúdico acto y como pie de foto "Polanco incita a los niños a tocarse los genitales."
Aunque esto no es lo peor que les puede pasar a Los Algos. Hace tiempo que los Guiñoles les dieron una charla sobre cómo actuar ante las cámaras y tenían que haber empezado hace una semana pero cuando uno de los muñecajos estos se dirigía a grabar cuando, según un testigo, apareció María Teresa Fernández de la Vega y se lo llevó a punta de navaja. Gracias a unas cámaras de seguridad se comprobó que no era Tere sino Lucho, el de Los Lunnis, aunque el error es comprensible.
En el lugar donde Corso Martín descubrió a la víctima amordazada había varias cintas de video. En una de ellas se veía a la víctima atada a un potro de tortura (no me refiero al de Vallecas) mientras Lutecio y Lubina accionan el mecanismo y Lucho le dice al oído: "Nadie nos hace sombra, ¿sabes?, ni siquiera los maricones de Los Teletabis, ¡qué estoy muy loco!, ¿sabes?, que he trabajado con el Alex Casademunt".
En otro La Algo estaba atada a una silla y mirando a la cámara decía: "Me llamo (ruido) y me van a matar".
¡Joder, se me ha acabado el porro!
