Powered By Blogger

26.4.07

Un instante captado en la tela

Tal día como hoy, en 1937, se produjeron los bombardeos de la ciudad vasca de Guernica por parte del ejército alemán que apoyaba al bando nacional. Como no quiero que me toquen las narices con lo de Paracuellos que es a lo que se agarran siempre y como, por otro lado, no soy comunista sino socialista (y a mucha honra) lo que voy a hacer es hablar del cuadro de Picasso.
Para entender un cuadro lo mejor sería verlo en vivo o haber visto a Picasso pintándolo. De nada (me) sirven los libros sobre arte sino como guía, eres tú quién debe decidir qué te transmite un cuadro, poesía, canción...
¿Habéis leído Luces de bohemia de Ramón María Del Valle-Inclán? En una escena Max Estrella y su "lazarillo" se encuentran a una madre, con su hijo muerto en sus brazos, llorando desconsolada. En el cuadro de Picasso (Pablo Juan Nepomuceno Ruiz Picasso para más señas) las palabras se convierten en imagen.
En el cuadro que le encumbró, Picasso no pinta el suceso en sí sino las reacciones. En un pueblo típico vasco, en un día de mercado, con su cuadra al lado de la casa donde vivía toda la familia una bomba no solo causa daño en la explosión, los animales al huir espantados también pueden cobrarse algunas vidas. Acaba de caer una bomba cuando aún no se ha cumplido un año del inicio de la guerra y no puedes (si has sobrevivido) hacer otra cosa excepto quedarte quieto observando en lo que se ha convertido lo que hace dos segundos era el comedor de tu casa.
El caballo pisoteando el cadáver del hombre con el cuchillo roto en la mano indica verdaderamente el caos que se estaba viviendo. En cambio la mujer desnuda que hay en la zona inferior derecha lo que indica es cotidianedad y que por mucho que se esté viviendo una guerra nadie puede detener su vida pensando "¿cuándo llegará aquí?".
Es un diseño triangular con la lámpara-ojo como el vértice superior. Picasso centra ahí el cuadro, todos buscan la luz e incluso ha entrado un hombre con una candela previendo la posible oscuridad que allí habría. Todos buscan la luz pero ninguno la encuentra: la madre no ve nada más que a su hijo muerto, el toro cae fuera de la zona de luz de la lámpara al igual que los ojos de la mujer desnuda, detrás del toro se ve un pájaro previsiblemente muerto también, en la zona más a la derecha una mujer ha sido aplastada por los escombros e incluso el hombre que porta la candela no llega a disfrutar de la luz. Los únicos son el caballo y el cádaver al que pisotea.
Cuadros como éste o como El grito de Edward Munch son verdaderos retratos de una época sin cámaras y captan instantáneas del tiempo como cualquier otro cuadro porque un cuadro puede simbolizar el sufrimiento mostrando el verdadero sufrimiento y las mejores obras no tiene porque mostrar flores.

Guernica de Picasso

Guernica de Picasso

A rey muerto, jaque mate

A rey muerto, jaque mate
Ajedrez