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19.4.07

Apueste por el cambio. ¡Sí hombre!, ¿y si pierdo?

Desde que la primera célula vio la vida en este planeta (o en cualquier otro) hasta lo que somos la clave ha sido la evolución, el cambio. Sin embargo en España desde la época en la que Noé moceaba somos propensos a la "enquistitis aguda".
Basta meterse en cualquier foro sobre política. Al principio sonreiremos satisfechos cuando apoyen nuestra ideología y sacaremos las uñas ante los contrarios pero tras 15 o 20 opiniones descubriremos que es como ser un hámster en la noria, por mucho que continuemos siempre será lo mismo: demagogia e insultos, insultos y demagogia. Está claro que alguien (y no hay por qué pensar en ninguna mano negra tras tal o cual partido político o tal o cual medio de comunicación) nos enciende la mecha de nuestra pólvora.
¿Acaso no somos capaces de olvidar los errores del contrario y cuidarnos de no cometerlos? ¿No somos lo suficientemente competitivos como para idear verdaderas ayudas para el prójimo, obteniéndo la admiración de los demás, para así intentando ganarnos los unos a los otros intentar mejorar nuestra sociedad? Habla con cualquiera que conozcas, si da su opinión (sea cual sea su color político) de manera tranquila y no se exalta en toda la conversación será alguien a tener muy en cuenta en cualquier charla. No hace falta gritar ni insultarse, ¿por qué cuando se pilla a alguien mintiendo éste empieza a gritar? ¿Acaso si los dioses le oyen tendrá más razón? No hay necesidad de ello, puedes protegerte de los DARDOS DE LA INFAMIA gracias al ESCUDO DE LA VERDAD.
Pero la alergia al cambio puede aplicarse a casos muy particulares, ¿cuál es el tema que causa más controversia estos días en Madrid?:El nuevo plano de metro.
La gente se queja principalmente de:
-Que no tiene curvas, NI QUE FUERA ELSA PATAKY, en realidad las vías seguirán siendo redondas.
-Que no guarda las distancias (suena a regañina a enamorados en la cenade nochebuena). Si Gallardón sale reelegido alcalde en vez de tirarse cuatro años haciendo el metro que se los tire haciendo el plano, a escala 1/10000 y con detalles. Aunque entonces no os hará falta el metro, hacéos un avión de papel y viajáis en él.
Lo óptimo sería que el metro dejara de tener tantos retrasos, cual adolescente libertina, y llegara a su hora sea cual sea el plano que miremos.

Guernica de Picasso

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A rey muerto, jaque mate

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